martes, 19 de julio de 2011

La puerta del infierno


Aclaro que no soy creyente, no creo en ninguna religión, ni cristiana, ni budista ni hinduista, no soy ni mono ni politeísta, pero he pasado por la puerta del infierno, del antro del sistema farmacéutico, (he notado por ejemplo que en cada tanda publicitaria en la tele hay por lo menos dos avisos de medicamentos) tremendo y poderoso antro de lucro con la enfermedad y el miedo humanos en donde no pudieron hacerme entrar.
Lo absurdo es que pretendieron (¿Quiénes? ellos, por supuesto) hacerme entrar manipulando mis dudas, mis inseguridades, mis miedos pero fallaron al no conocerlos; se equivocaron.
De todo este mal entendido rescato gente linda maravillosamente distinta de mi que jamás hubiera conocido de no estar en la puerta conmigo, no hay mal que por bien no venga.

No hay comentarios: