Hace un par de años se desencadenaron algunos incidentes que me llevaron hacia un pozo, un callejón sin salida. Acostumbrada a patear el tablero me salí este año, ahora estoy viendo las fechas (maravillosa y nada premeditada idea de tener todo registrado) y veo una escalada, como escalones, hacia la liberación.
Voy a plasmar aquí la secuencia:
1. una leve falta de equilibrio al caminar que hacía que me vaya hacia la derecha.
2. Consultar a un neurólogo (craso error) para terminar con un diagnóstico que me llevó por un camino de imposibilidades y deseos ajenos sin solución.
3. Una persona* que se supone quiere lo mejor para mí, intenta sacar provecho de la circunstancia, consecuentemente me veo metida en un lío en el que jamás se me habría ocurrido meterme hasta que nuevamente mando todo el carajo (a esta persona* ya van varias veces)
4. descubrir por mi misma la solución y sacar provecho del tiempo que me hicieron perder los inútiles.
5. trabajar para recuperar el equilibrio y olvidar el mal trago
*persona: ser despreciable, gordo, obsesionado con su celulitis y falta de independencia, envidioso, grasoso, pegajoso, dependiente.
1 comentario:
Cuatro y cinco son mis favoritos.
¡Arre!
Paa'lante, que atrás no hay na'.
Publicar un comentario