La mayoría de nuestras enfermedades son el resultado de
procesos psíquicos.
Por fin a la luz de la evidencia, la reflexión científica acepta
que el pensamiento es fundamental para moldear los estados físicos que
experimentamos.
La autosanación
La ciencia, apoyada en investigaciones rigurosas, puede
constatar que la mente es clave en la salud y que probablemente sea el
“ingrediente activo” más importante de toda la medicina.
Diferentes estudios en torno al placebo, la hipnosis, la
meditación, el pensamiento positivo, la confianza y la intención, muestran que
la mentalización ejerce una influencia significativa en determinar el estado de
salud de una persona.
De manera profunda nuestros estados mentales se convierten
en nuestros estados físicos y, de alguna forma, la mayoría de nuestras
enfermedades son el resultado de procesos psíquicos.
En este sentido, además de explorar diversas técnicas de
mentalización para sanar, habría que reflexionar sobre aquellos pensamientos y
patrones mentales que nos han llevado a enfermar.
Uno mismo es el único médico que puede hacer sanar desde la
raíz. Hasta que no hagamos consciente nuestro inconsciente, estaremos
predispuestos ante una serie de contingencias que permanentemente amenazan con
tomar control de nuestro cuerpo y de la dirección que lleva nuestra vida.
Cada pensamiento, cada actividad mental que realizas, es una
semilla de lo que serás.
En la medida en la que seamos capaces, a través de la disciplina,
de generar estados mentales suficientemente flexibles, podremos seguramente
superar los escollos del cuerpo.